En las entrevistas de trabajo
es el momento en que hay que demostrar todo lo que se vale, en que se
tiene una última oportunidad para demostrar que se es una persona apta
para el puesto. Por eso mismo hay que prepararla mucho.
Algo a tener en cuenta es lo que no se debe hacer en una entrevista de trabajo:
- No preparar la entrevista. Quizá sea de las pocas oportunidades que tienes, o quizá tengas la suerte de tener muchas, y no la preparas. No preparar a fondo una entrevista de trabajo puede hacer que se cometan muchos errores y que no se sepa cómo actuar en determinadas circunstancias. Quien haya preparado la entrevista tiene más posibilidades, incluso aún si es una persona con menos conocimientos o experiencia. Hay que estudiar bien el currículum, preparar posibles respuestas, ensayar con otras personas, informarse sobre la empresa y el puesto, etc.
- No preparar las preguntas habituales. Hay preguntas que no nos esperamos en una entrevista laboral, pero otras que casi seguro surgen. Es una gran equivocación no preparar las respuestas de estas posibles preguntas para mostrar más seguridad y saber aprovechar todas las cuestiones a favor. Y sin embargo son tantas las personas que no se preparan ante esto…
- Llegar tarde. Este es uno de los principales errores que se comenten. En alguna ocasión puede ser porque no se conoce bien el sitio o se planifica mal el tiempo, pero hay que prepararse para ello e incluso pensar en ir antes de tiempo a la zona, pero sea cual sea la razón el entrevistador (que además quizá tenga planificado más entrevistas y le guste disponer de su tiempo para otras cosas) verá poca seriedad y formalidad. Habría que tener un talento extraordinario, o ser la única persona en el proceso, o mucha suerte, para ser aceptado en el puesto pese a eso.
- Tampoco hay que llegar muy temprano, ya que esto puede mostrar impaciencia, y además el entrevistador no tiene por qué atenderte antes de tiempo, así que si llegas antes de tiempo lo mejor es relajarte y preparar mentalmente la entrevista.
- Ir desaliñado o con mala presencia. A los entrevistadores les gusta ver que las personas se preparan para la entrevista, y además puede incluso ser un requisito imprescindible para muchos puestos, por eso mismo hay que llegar una vestimenta adecuada para la ocasión. Incluso en puestos que no son de cara al público se ha descartado a personas sólo por su presencia.
- Descuidar las expresiones y el vocabulario. Lo ideal es crear un discurso adecuado y parco en palabras, a no ser que se tenga mucha labia y se sepa perfectamente salir al paso de cada situación, con un lenguaje apropiado y correcto. Por ello, hay que evitar expresiones vulgares, muy coloquiales o que muestren demasiada confianza.
- Crear interrupciones. A una entrevista de trabajo se ha de ir con el teléfono apagado, o sin voz, pero nunca se debe llevar con voz e interrumpir la entrevista para atender a una llamada.
- Beber o fumar. Puede ser que en alguna entrevista de trabajo ofrezcan al candidato un pitillo o algo de beber. En el segundo caso, si se tiene sed lo adecuado es pedir agua, sino basta con decir que no y dar las gracias. En todo caso, aunque el entrevistador se muestre abiertamente fumando o bebiendo no es lo adecuado. ¿De verdad no puedes aguantar media hora o una hora sin hacerlo, de verdad lo necesitas? Di no.
- Mentir, ser incoherente. En las entrevistas de trabajo hay que ser totalmente sincero porque sino el entrevistador lo nota, además mentir puede acabar creando mentiras más gordas de las que no es posible salir, e incluso crear incoherencias. Si se maquilla el currículum o alguna situación, hay que pensar antes de la entrevista cómo salir del paso de cualquier pregunta que se plantee con respecto a eso.
- Mostrar una actitud poco adecuada e incluso prepotente. Aunque el entrevistador ataque, aunque provoque, aunque parezca que te achaca cosas, no caigas en sus provocaciones. Puede ser que te den ganas de no aceptar el puesto por no encontrarte una persona como la que te está entrevistando, pero muy probablemente se trate de una prueba para ver si aguantas las presiones o si eres la persona que están buscando.
- Tampoco hay que mostrar una actitud nerviosa o inseguridad, porque a quien prepara el proceso le gustan las personas seguras, aquellas que sabe que pueden afrontar el puesto a la perfección. El pesimismo tampoco es nada bueno.
- Hablar mal de otra persona o empresa, incluso aunque sea la propia competencia. No sólo porque da mala imagen de la propia persona que hace esos comentarios sino que la empresa se dará cuanta de que lo mismo puedes hacer con ella. Si se pregunta los motivos por los que no se continuó el último trabajo, o cualquier otro, hay que decir la verdad pero con las palabras más adecuadas posibles.
- Es mejor no intentar adentrarse en temas de sueldo, beneficios o vacaciones a menos que lo inicie el entrevistador. Eso puede mostrar inquietud, demasiado interés sólo por el dinero, y a la otra parte le gusta alguien con ganas de trabajar y no sólo interés económico. Las empresas suelen comentar este aspecto por iniciativa propia si encuentran a la persona adecuada, e incluso con personas que no van a seleccionar, así que no hay que impacientarse. Si no se ha comentado a lo largo de toda la entrevista, una posible alternativa es preguntarlo al final, cuando el entrevistador ofrece la posibilidad de hacer alguna pregunta, aunque es mejor intentar pensar en alguna otra pregunta que haga mostrar interés en el puesto.
- Mirar constantemente el reloj. Si tienes poco tiempo no vayas a la entrevista, pero no lo muestres en ella. Y si no es por tiempo sino por ansiedad, o cualquier otra cosa, evita mirar al reloj, incluso puede ser bueno quitarlo antes de entrar.
- No agradecer la atención al final. Es importante ser agradecido en todo momento, aunque la empresa no te seleccione “para ese momento”.
- No cuidar el lenguaje corporal. A veces es tan importante, y tan poco cuidado. Hay que intentar controlar la comunicación no verbal y conocer lo que hacer en cada momento de la entrevista. Una de las claves es mirar a los ojos del entrevistador, otra es dar un buen apretón de manos que muestre seguridad, pero hay muchas más.
- Ir acompañado. Puede ser que nos guste la compañía o alguien que nos dé seguridad, pero ir acompañado a una entrevista de trabajo da muy mala imagen. Ya sea con los padres, los amigos, la pareja o quien sea, si alguien te acompaña que no se acerque mucho al sitio de la entrevista, que espere fuera.